viernes, noviembre 30, 2012

El poema del mortal


Había una vez…
Un mortal y un ángel…
Los ojos del ángel  deleitaron al mortal
Desde el momento en que lo conoció…
Un día el mortal se enamoro del ángel…
Porque pensó que el ángel gustaba de el…
POBRE ILUSO…
El cielo se vistió diferente para lucir mejor…
Con estrellas más brillantes en la noche…
Y un sol más grande en el día…
Esos fueron los días más felices del mortal…
¡OH ÁNGEL!
Tan bello, tan ingenuo…
El mortal le quiso dar todo...
El mortal haría todo por el…
Escalaría la montaña más alta…
Atravesaría el río más ancho…
Lo haría todo por el…
Pero no sabía el porqué…
Si nunca lo había hecho por nadie…
Tal vez porque sus ojos eran la entrada
A un mundo paralelo donde todo es perfecto…
Su boca, profeta de todo lo inimaginable
De donde se escucha la voz de un niño herido…
Su cuerpo, manantial de vida…
Un día los volcanes no se pudieron contener más e hicieron explosión…
Las cenizas cubrieron a todos
Alejando a la tierra del sol...
Apagando al sol para siempre…
Todos los días intentaba encenderse de nuevo
Pero la tristeza no lo dejaba…
Luego de tantos intentos
El sol logro salir adelante…
El mortal y el ángel volvieron hacer amigos
A jugar a ser hermanos
Pero el mortal de terco no se conforma con eso
El volcán esta activo de nuevo…
En cualquier momento volverá hacer erupción…
Pero el sol no se quiere alejar de nuevo…
Si se apaga no creo que vuelva a encenderse…
El mortal decide callar…
Y amarle en silencio…
Una grieta más al corazón…

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